Conocí a Sandra por aquellos azares de la vida que te llevan a conocer a gente maravillosa que te pueden aportar infinidad de cosas buenas. Y no puedo hacer otra cosa que darle las gracias porque después de realizar su terapia, el método de sanación uterina, soy una mujer mucho más fuerte, valiente e independiente emocionalmente hablando.
Llegué a su consulta sin demasiadas expectativas pero con gran curiosidad por saber si por fin, esta nueva terapia iba a darnos a mi marido y a mi lo que tanto tiempo llevábamos buscando: el ansiado embarazo.
Después de varias sesiones con Sandra, profundizando en mis emociones respecto a mis lazos familiares, me di cuenta que había muchas cosas que era necesario cambiar para poder avanzar en este proceso ya que sin haber ningún problema físico había muchos nudos emocionales que había que sanar. Con ella me dí cuenta que es necesario tener un equilibrio emocional y físico para conseguir cualquier cosa que te propongas en la vida. Es fundamental estar en paz con uno mismo y con tu núcleo familiar para que todo fluya.
Hoy por hoy seguimos en la búsqueda, pero sinceramente siento y pienso que lo consigamos o no, como decía al principio de este escrito, realizar la terapia de Sandra me ha hecho una persona mucho más fuerte, valiente e independiente emocionalmente hablando. Y por esto, le estaré eternamente agradecida ya que estoy preparada para aceptar que quizás nunca lleguemos a ser padres. Pero esto, no nos resta ni un ápice de felicidad ya que lo que realmente importa es el aquí y el ahora, es disfrutar del presente, sin pensar en el pasado ni en el futuro. Solo quiero disfrutar del hoy, que es maravilloso, un regalo que nos brinda la vida, y no hay que dejar que aquello que no podemos conseguir nos frustre, ya que eso nos impide ser felices. Solo aquello que no aceptas es la única causa de tu sufrimiento. La felicidad siempre empieza en un mismo. Y me alegra mucho poder decir que hoy por hoy, soy muy feliz, y en gran parte se lo debo a ella. Muchas gracias Sandra!!